jueves, 29 de septiembre de 2011

Películas



    -778- La Chanson de Roland es un documental de la recreación histórica de la Campaña del Ejército de Carlomagno del año 778 para la toma pacífica de Zaragoza, cuyos gobernantes habían solicitado su protección ante el Emirato de Córdoba, siguiendo a un soldado anónimo de la infantería carolingia.



     Beowulf es una película animada presentada en 2007, dirigida por Robert Zameckis y basada en el homónimo poema épico y anónimo, de origen anglosajón, que fue escrito en inglés antiguo.
    El legendario guerrero escandinavo Beowulf debe luchar y derrotar al monstruo Grendel que aterroriza los pueblos y, además, a la seductora y despiadada madre de la bestia.






La Chanson de Roland

La Chanson de Roland es un poema épico de varios cientos de versos, escrito a finales del siglo XI, en francés antiguo, de carácter anónimo aunque fue atribuido a un monje normando, Turoldo, cuyo nombre aparece en el último y enigmático verso:

“Ci falt la geste que Turoldus declinet”.

En una primera instancia, recordemos la sociedad feudal, que duró cinco siglos (IX a XIII), estaba fundada en dos grandes principios: el HONOR y la FE.

            Los "cantares de gesta" (es decir "de hazañas") surgen en este período mediante la transmisión oral; es así que las epopeyas fueron redactadas apróximadamente hacia el siglo XI, durante las primeras Cruzadas, por clérigos y seglares que utilizaban tradiciones conservadas por los monasterios. Entre ellas se encuentra la Chanson de Roland.


De la historia a la leyenda

En una segunda instancia, mencionaremos que el elemento histórico que le dio origen a este cantar de gesta es casi insignificante.

Carlomagno, en 778, volvía de España luego de una campaña de conquista afortunada contra los sarracenos (la cristiandad medieval denominaba genéricamente así a los árabes o a los musulmanes).
Es así que cuando franqueaba los Pirineos, los montañeses vascos atacaron su retaguardia y la destruyeron. Allí murieron varios personajes importantes de la época, entre ellos un tal Hrolandus, conde de la Marca de Bretaña.

Durante tres siglos el recuerdo de esta oscura acción de retaguardia perduró, vinculado a los lugares que había visto la batalla y a ciertas iglesias de Gascuña que se enorgullecían de cobijar los cadáveres de los guerreros caídos:

¿Era verdad o ficción de clérigos eruditos, preocupados por enlazar la historia de sus casas con los fastos de las crónicas carolingias?
No se sabe. Lo cierto es que esas tradiciones eran puramente locales.
 

En una última instancia, comentaremos que la Chanson de Roland fue escrita a principios del siglo XII y los datos históricos son alterados. Los vascos cristianos, autores de la matanza, están sustituidos por los sarracenos, contra quienes entonces se estaba en guerra; Carlomagno, que no tenía más de 36 años en 778, se ha convertido en el emperador de barba abundante y en un símbolo de la realeza cristiana. Además, Roldán es el mártir al que hay que imitar y que, probablemente, no tiene nada que ver con el conde carolingio muerto tres siglos antes, pero que por su elevado honor feudal y por su fe cristiana es el tipo idealizado del caballero del siglo XII. 
Análisis en clase del concepto de héroe

HÉROE. El héroe es el personaje principal o protagonista de unos acontecimientos, el actor de una representación muy variada (V. Narrativa) detrás de la cual se puede entrever o adivinar esquemas generales o funciones codificadas; de igual manera, en una teoría actancial, se piensa que la variedad de los personajes puede reconducirse a un modelo bastante simplificado (V. Actante y cfr. Segre, Principios de análisis del texto literario). Desde este punto de vista, no existe una tipología plausible del héroe que es simplemente un personaje.

Frye (Anatomy of criticism. I, i) ampliando una alusión de Aristóteles en el segundo párrafo de la Poética, recuerda que las obras de imaginación pueden clasificarse “según las capacidades de acción del héroe, que pueden ser mayores como iguales o menores que las nuestras”.
De esto deriva el siguiente paradigma:

1)       El héroe es superior como tipo a los hombres, es un ser divino y su historia es un mito.

2)       El héroe es superior a los otros hombres y a su ambiente: es el protagonista del relato fantástico (romance), de las leyendas y de los cuentos populares en los que encontramos como funciones típicas los prodigios, lo maravilloso, los encantamientos, las hadas y hechiceros, los animales que hablan, los talismanes, etc.

3)       El héroe es superior a los otros hombres, pero no a su ambiente natural: es el jefe, el personaje principal de la épica y de la tragedia.

4)       El héroe no es superior ni a los otros hombres ni a su ambiente: es uno como nosotros (en resumen, no es un “héroe”); es el personaje típico de la comedia, de las novelas o de los cuentos realistas.

5)       En las tramas de “impedimento, frustración o absurdo”, el héroe pertenece al mundo irónico (es inferior a nosotros en fuerza e inteligencia).

Frye nota que la literatura mítica ha dominado hasta la llegada del cristianismo; en la Edad Media la leyenda caballeresca o hagiográfica (romance) nos presenta como héroes o caballeros andantes o a santos.

Definición extraída de: Marchese, Angelo y otro (1986). Diccionario de retórica, crítica y terminología literaria. Ed. Ariel. Barcelona. 2006.

jueves, 1 de septiembre de 2011

EL POEMA O CANTAR DE MIO CID

El Poema de mio Cid está escrito en verso largos, rasgo típico de toda la poesía heroica, pero desiguales en extensión y la rima es asonante.


 La copia que hoy se conserva del Poema data de 1307 y se encuentra escrito en letra carolingia del siglo XIV y consta de 3.733 versos. 

 Además, muchos críticos concuerdan que el autor es anónimo, ya que sólo se conoce el nombre del copista que aparece en los últimos versos del poema:

“Per Abbat lo escrivió en el mes de mayo
en era de mil trescientos y 45 annos”

En esa época, “escrivir” significaba copiar, transcribir lo que se transmitía de manera oral;  y el cómputo de los años está hecho por la Era Hispánica (la fecha por la Era Cristiana corresponde a 1307).


El Cantar de Mío Cid narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar desde su destierro de Castilla, impuesto por Alfonso VI, hasta que es personado por el Rey a causa de su valentía y lealtad.

Actualmente, prefiere denominársele Cantar del Cid porque en sus orígenes se creó para ser cantado: “Las coplas deste cantar aquis van acabando” (2.276).

El presente texto se organiza en tres cantares (división realizada por R. Menéndez Pidal): “Cantar del destierro”, “Cantar de las bodas” y “Cantar de la afrenta de Corpes”.

Al comenzar el cantar, el héroe ha perdido la honra en el plano político (está desterrado) y, gradualmente, por sus batallas victoriosas a favor de la Reconquista, la recupera y obtiene nuevamente el favor real. Pero, una vez logrado este objetivo, se ve deshonrado en el plano familiar: sus hijos contraen matrimonio con unos infantes que las maltratan y abandonan.

Luego, el cantar finaliza con las nuevas bodas de las hijas del Cid que traen aparejada la recuperación final de la honra del héroe, también en este aspecto.

 
Con respecto a esto, recordaremos que leímos “El poema de Mio Cid”, de Nicolás Schuff, que es una adaptación de la versión original del Cantar de Mio Cid. En ella se omite lo sucedido en el Cantar “La afrenta de Corpes”. Luego de leer un pasaje de dicho cantar en clase, reflexionen: ¿Por qué consideran que el autor prefirió omitir tal pasaje de la obra original?



El Cid como héroe del poema

El propósito del poema es presentar al Cid como un héroe, un hombre superior a los demás, encarnación de un mundo de virtudes y valores, que se propone como un modelo a seguir en tiempos difíciles. Es así que en esta presentación de la figura heroica radica el fin didáctico que caracteriza a la mayor parte de la literatura medieval.

Por estos motivos, el Cid representa en forma idealizada el espíritu caballeresco y fuerte de Castilla, en una época de expansión en la que había tierras que conquistar y botines que obtener.  Por eso, como modelo heroico, su “triunfo final” simboliza, también, la recuperación de la honra colectiva: la victoria española en la Reconquista.

Las tres etapas del acontecer épico

Por otra parte, mencionaremos que toda la obra literaria del Cantar de Mio Cid, a criterio de Menéndez Pidal*, sigue una gradación dramática en forma progresiva: “Toda la acción del Poema es una marcha progresiva en que el desterrado va venciendo la injusticia del rey y el desprecio de la alta nobleza”.


Las tres etapas del acontecer épico: equilibrio, ruptura del equilibrio, equilibrio restaurado, se van dando progresivamente en el Cantar. El héroe se va formando de la lucha con su propia tragedia, que en este caso es el ser repudiado por su rey y señor. El héroe va formándose y depurándose a través de la acción hasta que nuevamente es aceptado por su rey.

Fruto de este eje temático entre la relación del Rey Alfonso con su vasallo Rodrigo Díaz de Vivar, es la acción del Cantar.


El plano de la admiración por el héroe y de la recuperación de la honra perdida es ascendente en toda la obra. Los triunfos y conquistas, la fidelidad del Cid enviando siempre presentes a su rey, van acercando a los dos personajes centrales de la obra hasta lograr su reivindicación.

(…) El héroe se va formando de la lucha con su propia tragedia, que en este caso es el ser repudiado por su rey y señor. El héroe va formándose y depurándose a través de la acción hasta que nuevamente es aceptado por su rey”.

Por otra parte, mencionaremos que los "Cantares de Gesta" de la literatura española se hallan casi desprovistos de elementos novelescos o fantásticos. Por eso, el realismo y el verismo histórico son elementos esenciales de nuestra épica. De esta manera, está comprobada la realidad histórica de la mayor parte de los personajes que intervienen en la narración, así como la realidad geográfica de los lugares descritos. 





En una última instancia, compararemos el “Poema de mio Cid con “La chanson de Roland”.

En “La chanson de Roland” abunda el elemento fantástico, hiperbólico, idealista e imaginativo. Es así que hay personajes monstruosos y demasiada intervención sobrenatural:
-           “olifante” de Roldán que al soplarlo se oía a 30 leguas,
-          Los ejércitos eran enormes, hasta 450.000 caballeros,
-          Roldán de un solo tajo de su espada “Durandal” mata a 100 sarracenos.

Por el contrario, el Poema de mio Cid es más realista, menos lírico, más narrado y más “humano”. Entonces, observamos que la obra no abunda en valores estéticos y poéticos, lo cual no puede tampoco extrañarnos demasiado, ya que los juglares eran personas sencillas y sin gran “cultura”, eran más bien relatores y cantores de versos que poetas.
Por estos motivos, no encontraremos en el Poema de mio Cid los refinamientos poéticos de cierta poesía actual, que supone muchos años de trabajo y estudio. La poesía del Cantar es una poesía sencilla, pero recia, fuerte y ruda como la tierra donde nació, Castilla.
                
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*Fragmento de Menéndez Pidal, Ramón. La España del Cid. Madrid. Ed. Espasa-Calpe. Madrid. 1929 (pág. 295).


Si lo desean pueden leer la obra original del Poema de Mio Cid en la siguiente página web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/.