jueves, 1 de septiembre de 2011

EL POEMA O CANTAR DE MIO CID

El Poema de mio Cid está escrito en verso largos, rasgo típico de toda la poesía heroica, pero desiguales en extensión y la rima es asonante.


 La copia que hoy se conserva del Poema data de 1307 y se encuentra escrito en letra carolingia del siglo XIV y consta de 3.733 versos. 

 Además, muchos críticos concuerdan que el autor es anónimo, ya que sólo se conoce el nombre del copista que aparece en los últimos versos del poema:

“Per Abbat lo escrivió en el mes de mayo
en era de mil trescientos y 45 annos”

En esa época, “escrivir” significaba copiar, transcribir lo que se transmitía de manera oral;  y el cómputo de los años está hecho por la Era Hispánica (la fecha por la Era Cristiana corresponde a 1307).


El Cantar de Mío Cid narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar desde su destierro de Castilla, impuesto por Alfonso VI, hasta que es personado por el Rey a causa de su valentía y lealtad.

Actualmente, prefiere denominársele Cantar del Cid porque en sus orígenes se creó para ser cantado: “Las coplas deste cantar aquis van acabando” (2.276).

El presente texto se organiza en tres cantares (división realizada por R. Menéndez Pidal): “Cantar del destierro”, “Cantar de las bodas” y “Cantar de la afrenta de Corpes”.

Al comenzar el cantar, el héroe ha perdido la honra en el plano político (está desterrado) y, gradualmente, por sus batallas victoriosas a favor de la Reconquista, la recupera y obtiene nuevamente el favor real. Pero, una vez logrado este objetivo, se ve deshonrado en el plano familiar: sus hijos contraen matrimonio con unos infantes que las maltratan y abandonan.

Luego, el cantar finaliza con las nuevas bodas de las hijas del Cid que traen aparejada la recuperación final de la honra del héroe, también en este aspecto.

 
Con respecto a esto, recordaremos que leímos “El poema de Mio Cid”, de Nicolás Schuff, que es una adaptación de la versión original del Cantar de Mio Cid. En ella se omite lo sucedido en el Cantar “La afrenta de Corpes”. Luego de leer un pasaje de dicho cantar en clase, reflexionen: ¿Por qué consideran que el autor prefirió omitir tal pasaje de la obra original?



El Cid como héroe del poema

El propósito del poema es presentar al Cid como un héroe, un hombre superior a los demás, encarnación de un mundo de virtudes y valores, que se propone como un modelo a seguir en tiempos difíciles. Es así que en esta presentación de la figura heroica radica el fin didáctico que caracteriza a la mayor parte de la literatura medieval.

Por estos motivos, el Cid representa en forma idealizada el espíritu caballeresco y fuerte de Castilla, en una época de expansión en la que había tierras que conquistar y botines que obtener.  Por eso, como modelo heroico, su “triunfo final” simboliza, también, la recuperación de la honra colectiva: la victoria española en la Reconquista.

Las tres etapas del acontecer épico

Por otra parte, mencionaremos que toda la obra literaria del Cantar de Mio Cid, a criterio de Menéndez Pidal*, sigue una gradación dramática en forma progresiva: “Toda la acción del Poema es una marcha progresiva en que el desterrado va venciendo la injusticia del rey y el desprecio de la alta nobleza”.


Las tres etapas del acontecer épico: equilibrio, ruptura del equilibrio, equilibrio restaurado, se van dando progresivamente en el Cantar. El héroe se va formando de la lucha con su propia tragedia, que en este caso es el ser repudiado por su rey y señor. El héroe va formándose y depurándose a través de la acción hasta que nuevamente es aceptado por su rey.

Fruto de este eje temático entre la relación del Rey Alfonso con su vasallo Rodrigo Díaz de Vivar, es la acción del Cantar.


El plano de la admiración por el héroe y de la recuperación de la honra perdida es ascendente en toda la obra. Los triunfos y conquistas, la fidelidad del Cid enviando siempre presentes a su rey, van acercando a los dos personajes centrales de la obra hasta lograr su reivindicación.

(…) El héroe se va formando de la lucha con su propia tragedia, que en este caso es el ser repudiado por su rey y señor. El héroe va formándose y depurándose a través de la acción hasta que nuevamente es aceptado por su rey”.

Por otra parte, mencionaremos que los "Cantares de Gesta" de la literatura española se hallan casi desprovistos de elementos novelescos o fantásticos. Por eso, el realismo y el verismo histórico son elementos esenciales de nuestra épica. De esta manera, está comprobada la realidad histórica de la mayor parte de los personajes que intervienen en la narración, así como la realidad geográfica de los lugares descritos. 





En una última instancia, compararemos el “Poema de mio Cid con “La chanson de Roland”.

En “La chanson de Roland” abunda el elemento fantástico, hiperbólico, idealista e imaginativo. Es así que hay personajes monstruosos y demasiada intervención sobrenatural:
-           “olifante” de Roldán que al soplarlo se oía a 30 leguas,
-          Los ejércitos eran enormes, hasta 450.000 caballeros,
-          Roldán de un solo tajo de su espada “Durandal” mata a 100 sarracenos.

Por el contrario, el Poema de mio Cid es más realista, menos lírico, más narrado y más “humano”. Entonces, observamos que la obra no abunda en valores estéticos y poéticos, lo cual no puede tampoco extrañarnos demasiado, ya que los juglares eran personas sencillas y sin gran “cultura”, eran más bien relatores y cantores de versos que poetas.
Por estos motivos, no encontraremos en el Poema de mio Cid los refinamientos poéticos de cierta poesía actual, que supone muchos años de trabajo y estudio. La poesía del Cantar es una poesía sencilla, pero recia, fuerte y ruda como la tierra donde nació, Castilla.
                
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*Fragmento de Menéndez Pidal, Ramón. La España del Cid. Madrid. Ed. Espasa-Calpe. Madrid. 1929 (pág. 295).


Si lo desean pueden leer la obra original del Poema de Mio Cid en la siguiente página web de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com/.










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